En otorrinolaringología diagnosticamos y tratamos las distintas patologías que se dan en el oído, nariz, cuello, glándulas salivares y faringolaringe, tanto en su aspecto médico como quirúrgico.

Las principales dolencias que se atienden en esta especialidad son:

  • No oír con claridad o no distinguir bien las palabras en la vida diaria, en ambientes ruidosos, o en conversaciones telefónicas.
  • Oír ruidos internos tales como pitidos, zumbidos, chasquidos o palpitaciones.
  • Dolor o supuración de oídos.
  • Sensación de presión en los oídos.
  • Dificultad para igualar la presión en los oídos tras un viaje en avión, subir a un puerto de montaña o bucear.
  • Sequedad o sangrado de la nariz.
  • Producción excesiva de moco.
  • Dificultad para respirar a través de la nariz.
  • Catarros, faringitis o amigdalitis de repetición.
  • Roncar por las noches.
  • Hacer pausas respiratorias durante el ronquido.
  • Cambios en la voz o ronquera habitual o tras hablar durante largos periodos de tiempo.
  • Dificultad para tragar.
  • Vértigo, mareos y desequilibrio.
  • Aparición de bultos en el cuello.

Pruebas más comunes:

  • Rinoscopia o nasoscopia (visualización del interior de las fosas nasales con la ayuda de un rinoscopio o de un espéculo).
  • Somnoscopia o estudio del funcionamiento de la vías aéreas en pacientes con problemas de apnea.
  • Laringoscopia o visualización de la laringe y las cuerdas vocales.
  • Audiometrías o medición de la capacidad auditiva.